...es inexplicable como me diste tu amor.

Cerrar los ojos y cruzar abismos infinitos escuchando el susurro de su voz ; el saber que estás SÓLO, el saber que estás luchando. Y que quizá nunca llegues a descubrir tu alma que grita ene l silencio de tu voz.

Sentir temor al cruzar grandes llanuras, ver horizontes interminables; reconocer a cada paso dado como algo sacrificado ,...¿pérdida?, sacrificio;...¿en vano?, sacrificio...miedos. ¿Cuánto mas quedará?...

"Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella
cayere, le desmenuzará"

..."Un caballo no está listo para la batalla hasta que su voluntad sea quebrada. Aunque puede ser fuerte, veloz y mas dotado que los demás a su alrededor, no puede servir hasta que su voluntad sea quebrada.

Ser quebrado no significa debilidad, sino que su voluntad está completamente sometida a la de su maestro. En el caso del cabllo, su maestro es el jinete. Si el caballo es quebrado en su voluntad de manera exitosa, se puede confiar en él en una batalla. En el calor de la lucha, mientras las flechas y las balas se cruzan, su voluntad no se acobarda. Aunque las hachas, palos y espadas se levanten en la batalla, él no se desviará de la voluntad de su maestro. Permanecerá firme en su sumisión a su amo, evitando cualquier intento de protegerse o beneficiarse a él mismo.

Este proceso de quebrantamiento es único a cada individuo, y es determinado por el mismo Señor. Él es el único a cada individuo, y es determinado por el mismo Señor. Él es el único que sabe cuando este proceso se ha completado.

Igual que los caballos, nuestro proceso de quebrantamiento trabaja con la sumisión a la autoridad. Esta puede ser la autoridad directa de Dios. Dios sabe el proceso perfecto para cada uno de nosotros.

Dios estableció dos reyes que ilustran el proceso de quebrantamiento; Saúl y David. Saúl representaba los deseos del pueblo en un rey, reflejando adecudamente aquello por lo que sus corazones rebeldes habían clamado. Nunca pasó por un proceso de quebrantamiento. Su vida es un ejemplo de un hombre no quebrado, al que se le dió autoridad y poder, usando lo dones dados por Dios para seguir sus propios propósitos.

Por otro lado, David fue la elección de Dios. Él pasó a travéz de varios años de quebrantamiento y adiestramiento; cuando Dios vió que la vasija de David estaba quebrada y sometida lo puso en autoridad. Aunque cometió errores, David siempre permaneció dócil y FIEL a la autoridad de Dios.